Khôra cuestiona la necesidad de la creación, revelando el camino, a través del cuerpo, de un impulso que da vida a un movimiento en busca de su forma. Es la expansión del instante en el que una intuición ilumina la noche del cuerpo, un viaje al interior de la materia que muestra la energía que está contenida en el momento en el que emerge el impulso que precede al movimiento, cuando de un magma informe de posible inconsciente surge una intención.
Khôra es la materia primordial, un magma informe, inmerso en un espacio y un tiempo sin fronteras ni límites, atravesado por un aliento y animado por una vibración que precede a la música articulada y que la mantiene en un estado de ebullición continua.